Hoy 22 de abril celebramos el día de la
tierra, nuestro hogar, aquello que nos dio vida y se encarga de brindarnos todo
lo que necesitamos para vivir, desde el oxígeno y la comida o bebida hasta
aquello que nos hace sentir importantes o poderosos, inclusive hasta la
coquetería de la humanidad la madre tierra se ha preocupado en satisfacerla y
hoy celebramos el día de la tierra, pero no se me ocurre que puedo darle a la
tierra puesto que los hombres nos hemos acostumbrado a única y exclusivamente recibir
y tomar de la tierra; hemos asumido el mandato bíblico literalmente “el hombre
es señor y amo de toda la tierra y de todas las bestias que sobre ella habitan”
pienso que Dios confió de más en la humanidad puesto que puso una gran
responsabilidad en la humanidad responsabilidad que aún no asume como es
debido, pienso que la humanidad aún no ha crecido, la humanidad sigue siendo un
niño que depende de su madre y que se apoya en su padre que continua cometiendo
errores, tropezando cayendo y tratando de levantarse para continuar el largo
camino de la humanidad.
Pero me preocupa que aun después de tantos
años no terminamos de crecer y asumir nuestra verdadera razón de ser, pienso
que aun cuando hemos tenido a lo largo de la historia grandes maestros como (Gandhi,
Mandela, Teresa de Calcuta, Martin Luther King, entre otros), nos negamos a
crecer y nuestra madre tierra está llegando a la etapa de necesitar que seamos
nosotros la humanidad quien cuide y vele por ella.
Ahora bien que necesitamos para crecer? Esa
es la pregunta, cual es el ingrediente que falta a la humanidad para que
asumamos de una vez por todas la responsabilidad que Dios dejo sobre nuestros
hombros al nombrarnos “Señor y Amo de todas las cosas sobre la Tierra”; solo se
me ocurre madurar, el hombre no ha madurado seguimos envidiando, seguimos
padeciendo ira, seguimos teniendo miedo de lo distinto, seguimos odiando,
seguimos sedientos de poder, seguimos siendo egoístas, seguimos sin respetarnos
los unos a los otros, seguimos pensando que lo merecemos todo y que otros no
merecen nada, seguimos sin observarnos como iguales con los mismos
padecimientos y las mismas virtudes, seguimos sin entender que aunque todos
somos iguales son las pequeñas diferencias, gustos, colores, tradiciones,
creencias, olores, sensaciones, padecimientos y fortalezas las que pueden
ayudarnos a madurar y de esa forma asumir la tarea de proteger nuestro hogar,
nuestra madre tierra, nuestra única nave espacial en el maravilloso viaje
alrededor del sol.
A menudo hablamos de los derechos humanos, dentro
de los derechos humanos el derecho a un ambiente sano, libre de contaminación y
que se encuentre disponible para generaciones futuras; pero, creo que es
momento de pensar en los derechos de la madre tierra antes de que sea demasiado
tarde.
@JUENAONG @OVJNU @350GPS